martes, 12 de enero de 2010

Steve Urkel: "Me llamaban pajillero"


No ha sido fácil. Horas de investigación y multitud de puertas cerradas no pudieron con la obstinación de Charlie Jalisco, reportero criado al albur de las faldas de Mercedes Milá. Ya lo dijo la Rana Gustavo "el que la sigue, la consigue...y si no, malo será". La cita de Charlie con Steve es en el Starbucks situado en la confluencia de las avenidas cuarta y decimonovena, a las puertas de su hasta hoy oficina como Director Financiero de Lehman Brothers. Pero, comencemos desde el principio que diría un hombre de procedimientos.



Charlie Jalisco: Steve, son muchas las preguntas sin respuesta, ¿a qué se debe tu "desaparición"?

Steve Urkel: No ha sido desaparición, más bien diría que me aparté de los focos del show business. Sentí la necesidad de alejarme del mundo de la fama y lo que ésta trae consigo. En aquellos años (década de los 90) ni siquiera podía acercarme al Blockbuster y alquilar una película de mi estrella porno favorita entonces, Tracy Lords, sin que me reconocieran con el pitorreo que eso conllevaba. Hacía el idiota en el set de grabación, y, vale, al menos me pagaban. Otra cosa era que me llamaran pajillero gratuitamente.

CJ: Finalizada la serie abandonas el mundo del espectáculo, ¿por qué?

S.U.: Como haces de estúpido, te tienen por idiota. Es lo que tiene la gente, masa bovina a la par que aburrida. Para satisfacerlos debes hacer lo que esperan de ti, el imbécil. De tanto hacerlo un día te levantas y mientras desayunas Corn Flakes te das cuenta de que eres tonto del culo. En ese momento decidí suicidarme, metí la cabeza en el microondas y lo puse a la máxima potencia. No resultó, sólo conseguí astillar los cristales de las gafas y quemar mi pajarita. Chamuscado y deprimido por el desastre opté por tirarme a la vía del tren con la mala suerte de que otro suicida se había tirado cien metros antes descarrilando el tren antes de que llegara a mi posición y acabara con mi sufrimiento. Hay días en los que a uno nada le sale, mejor no salir de la cama. Lo que sigue os lo podéis imaginar. La familia horrorizada, los productores aberrados y el público disfrutando. A Carl Winslow tuvieron que darle sales del impacto.

CJ: Nos ponemos en situación Steve.

S.U.: Lo que va después es lo de siempre, caída al infierno de las drogas, el vicio y la desesperación. Que si quien que soy, a dónde voy, para qué y demás boberías típicas de los intensos. Me ahorro los detalles, Don Pimpón lo describió bien. Resurrección de la mano del amor, como en las pelis.

CJ: Háblanos de la resurrección.

S.U.: Muy Hollywoood, una noche tipo Leaving Las Vegas encontré el amor, con Blossom, que como yo, iba camino del averno juvenil. Ya sabéis, fuimos felices y comimos perdices.

CJ: Bonito Steve.

S.U.: Algunos tenemos suerte pero no siempre es así. Mira a la que fue mi primer amor, Judy Winslow, convertida en actriz porno, trágico la verdad. Desde entonces Carl, su padre, no habla y vegeta abonado al Canal de Golf las 24 horas.

CJ: En cambio a ti sí te sonrío la fortuna.

S.U.: La tuve, pero consecuencia del esfuerzo después de multitud de trabajos alimenticios: aparcacoches, repartidor de periódicos, portero de Mc Donalds…Siempre compaginándolo con los estudios en el instituto nocturno. Entonces cayó en mis manos un libro que me cambió la vida “Quien se ha llevado mi queso”. Fue un impacto, comprendí como conseguir mis objetivos. Hice un MBA en la Universidad de Kentucky, donde los pollos y fui escalando en el mundo financiero hasta llegar aquí. Hasta hace dos horas era el Director Financiero de Lehman Brothers, me acaban de despedir “por ser el origen y culpable único de la crisis mundial”. Pero, ¿he sido yo?.


En este mismo instante Steve es detenido por Los Ángeles de Charlie en colaboración con el agente Colombo. ¿La acusación? Ser malo malísimo, el Bin Laden de las finanzas. Cariacontecido y esposado Steve es obligado a entrar en el coche patrulla camino de la prisión de Alcatraz a la espera de juicio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario